Seguimos con las celebraciones de bautizos, y en esta ocasión fue el del pequeño Iago. Me encanta poder formar parte de estos eventos de los peques y, en este caso, más todavía por la especial relación que me une a sus papás, devotos declarados de mis galletas.
Para esta ocasión, su mamá escogió la galleta con forma de carita de bebé, según ella, por la ternura que le despierta.
Aquí está el resultado...
Y como recuerdo de este día, y para que su papá no pudiera comerla, preparé esta galleta que enmarqué en un marco de fotos.
Lo siento dulce Is, pero esta se te va a resistir, jeje.
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