Tenía pendiente de subir esta publicación hace tiempo pero, por causas muy ajenas a mi voluntad, no pude hacerlo hasta ahora.
El cumpleaños de Diego, aficionado del Celta de Vigo (por tradición familiar), fue la mejor ocasión que pude encontrar para darle vida a este proyecto que me rondaba por la cabeza. Estoy muy contenta con el resultado y puedo decir que encantaron, sobre todo a su papá.
No me puedo olvidar de dar las gracias a Víctor, de Invernaderos Samil, por haberme cedido el césped artificial que hizo que el resultado final haya sido mucho mejor.
¡Felicidades canijo! Espero que hayas disfrutado tanto comiéndolas como yo haciéndolas.
Y aquí podéis ver el lote completo...
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